La comunidad universitaria de General Roca llenó las calles de la ciudad el miércoles 17 de septiembre en la Tercera Marcha Federal Universitaria, con un respaldo masivo a la Ley de Financiamiento Universitario. Como en todo el país, estudiantes y trabajadores universitarios, se movilizaron en la región para repudiar el veto a la ley de financiamiento de las casas de estudio.
El comienzo de la marcha reflejó el clima que se vivía en todo el país a partir del voto positivo que los Diputados emitieron en el Congreso, donde la mayoría opositora logró aprobar la ley de financiamiento universitario y ahora debe debatirse en el Senado.
Se marchó para festejar un resultado obtenido en el Congreso, «un final lógico, razonable, en concordancia con lo que es la historia, la cultura, la sociedad argentina de una de nuestras más gloriosas instituciones. Nada se puede decir de la universidad pública que no sepamos los argentinos. Estamos para festejar que el Congreso estuvo a la altura, que votó para defender su universidad, que votó para defender su organización que forma profesionales al servicio del pueblo».
Los manifestantes hicieron oír sus voces, en las que reflejan «la imposibilidad de sostener el funcionamiento de las universidades ni las áreas de investigación y extensión sin recursos. Hace más de dos años que no se actualiza el presupuesto, tanto en el funcionamiento como en lo salarial, y es muy difícil seguir sosteniendo la universidad de calidad, como es la trayectoria de las universidades en nuestro país».
El decano de la FADECS Juan Carlos Fernández dijo que «hace un año decíamos que la universidad pública podía cerrar. Es cierto que no han cerrado, pero eso no tiene que llevarnos a pensar que no cerraron porque era falso el discurso que sosteníamos. Si las universidades están abiertas es porque nos han sostenido otras organizaciones como las provincias, en el caso de Río Negro y de Neuquén, y una población de docentes y nodocentes progresivamente cada vez más pauperizada.
«Ya con los docentes en un 85 por ciento por debajo de la línea de pobreza, con docentes que se están saltando comidas para llegar a fin de mes, no podemos decir que en unos dos o tres años, la universidad pública va a estar abierta. Este camino que tiende a mantener la identidad de la ciudadanía argentina, que es la universidad pública, va a tener que seguir teniendo una lucha constante», dijo.