
SERIES: RESEÑAS Y REFLEXIONES
Por Andrés Reyes
¿Qué haríamos si nos enterásemos que solo nos quedan unos meses de vida? Esta es una de las premisas fundamentales y más inquietantes de la trama de “The Braking Bad”, afamada serie estadounidense creada por Vince Guilligan, algo así como un western urbano o un drama criminal cargado de humor negro, en el que la intriga y los contrastes recorren por las venas a cada uno de los personajes.
Bryan Craston en el papel del perspicaz maestro de química Walter Withe, un padre de familia y trabajador de clase media con problemas económicos, que se cruza con un ex alumno suyo Jesse Pinkins (Aaron Paul) un joven descompilado e irresponsable, y para colmo productor amateur de metanfetamina. El profesor ha sido diagnosticado con un cáncer de pulmón aparentemente terminal, que lo llevara a replantearse su estilo de vida, posibilidades y las de su familia, ahora que sabe que sus días están contados. Con un salario de profesor, un hijo adolescente con discapacidad, un bebe por venir, y un costoso tratamiento, este profesor encuentra en la alianza con su ex alumno, una salida a la avalancha de problemas que se avecinan a raíz de su muerte aparentemente segura en el corto plazo.
Con sus avanzados conocimientos en química logra perfeccionar la fórmula de la regular metanfetamina producida por Jesse, convirtiéndola en una “exquisitez” de alta pureza que con rapidez sería exponencialmente apetecida por los consumidores de una desértica y convulsionada Albuquerque.
A partir de allí, con un una generosa pizca de humor negro, la serie se engancha en la consigna de que todo puede ser peor, traiciones, asesinatos, convenientes muertes accidentales, mucha metanfetamina y para colmo, el cuñado del profesor White, es un entrenado sabueso de la DEA, Hank Schrader (Dean Noris). Cuando el espectador cree algún evento ha tocado fondo, la trama sorprende con que no hay límite para la perversidad, el infortunio y los azarosos golpes de suerte, en los que el destino juega buenas pasadas a los protagonistas, solo para alimentar alguna desdicha que una vez desencadenada es casi imposible de detener.
Una emocionante bola de nieve de acontecimientos cada vez más aplastantes nos muestra que el mundo de las drogas no es una puerta giratoria de la que se sale y entra con facilidad. Es un camino sin retorno en el que el profesor White y su colega Jesse se van adentrando cada vez más, dejando tras de sí un sin número de reflexiones sobre la naturaleza del ser humano cuando es arrastrado a situaciones límite, en las que la única opción es adaptarse y seguir sin olvidar el memento mori, o la conciencia de que pese a lo que hagamos todos nos convertiremos en letras de un epitafio, lo emocionante es que no sabemos cuándo… como reza uno de los temas de la impecable banda sonora: ¡ese compa ya está muerto, nomás no le han avisado!
Esta obra maestra de la televisión, que aunque originalmente se vio en las pantallas entre 2008 y 2013, con un total de 62 episodios en 5 temporadas; continúa cosechando seguidores hasta el dia de hoy. Disponible a través de la plataforma de streaming Netflix. Así que el que quiera arriesgarse a verla debe estar preparado para recibir unas adictivas ráfagas de intriga, risas y acción y por supuesto aprender un poco de química.