
RECUERDOS DE LA INFANCIA
Por Valeria Calafati
La locura del papá de Valeria siempre fueron los libros. Osvaldo, curioso eterno, compraba todos los que podía. Porque siempre había algo fascinante para investigar y aprender. A lo largo de los años su biblioteca creció más y más, como un ser vivo alimentado amorosamente.
Valeria le hacía una picardía: sacaba un libro al azar y hacía un garabato. Todavía no sabía leer ni escribir, así que entre las páginas dejaba un dibujito, en un acto totalmente irrespetuoso, juguetón y libre.
Osvaldo finalmente trabajó en una biblioteca y sus intereses ayudaron a otros. Cuando volvía a su casa, en el trajín de la vida, cada tanto, iría encontrando esas marcas detenidas en el tiempo: su pequeña hija había estado allí.
