
RECUERDOS DE LA INFANCIA
Por Rocío Correa
Toda la familia se reunió para celebrar la navidad. A Rocío le encantaba comer los quesillos que su abuelo Antonio traía de Tucumán. Esa noche el clima era diferente. Los adultos estaban inquietos por cuidar a Antonio. Luego del brindis de la medianoche Antonio alzó a Rocío, la sentó en su regazo y le entregó un paquete. Ella lo abrió y se sorprendió al descubrir que era un tigre de peluche. Antonio le dijo: “Espero que te guste, mija!, es para que te proteja donde sea que estés”. Sin saberlo, sus palabras cobraron sentido meses más tarde, cuando el abuelo Antonio se convirtió en su ángel de la guarda.