
RECUERDOS DE LA INFANCIA
Por Mara Díaz
Era una tarde gris y húmeda. A lo lejos una tormenta de verano se asomaba por la cordillera. La casa de Mara tenía las puertas y ventanas abiertas, todo estaba tranquilo, algo raro por aquella época donde el bullicio era el marco que adornaba la fotografía de su familia. Un taxi se detuvo frente a la casa. Primero bajó el bastón, después inclinó su cuerpo y sosteniéndose de la puerta bajó ella. “¡Llegó la abuela Fresia!” gritó la hermana de Mara con entusiasmo. Su madre puso la pava y sintonizó Utilísima, el canal de televisión. Las cuatro jugaron a las cartas y tomaron el té. Esa tarde de verano aunque el cielo estuvo gris, un sol cálido y un aroma a fresias, marcaron el corazón de Mara.
