Las Naciones Unidas definen al maltrato hacia las personas mayores como “un acto único o repetido que causa daño o sufrimiento a una persona de edad, o la falta de medidas apropiadas para evitarlo, que se produce en una relación basada en la confianza”. Este maltrato puede ser tanto físico, psíquico, emocional o sexual, como el abuso de confianza en cuestiones económicas, y resultado de negligencia, intencional o no.
Es responsabilidad de la sociedad y el Estado luchar contra la naturalización de situaciones en las que una valoración negativa estereotipada genera toda clase de actitudes y prácticas discriminatorias, desde el aislamiento en el seno de la familia, a la falta de respeto en la vía pública, o el maltrato en las instituciones.
En este marco, se deben reafirmar acciones que reconozcan el pleno ejercicio de los derechos humanos de las personas mayores en situación de discriminación y vulnerabilidad, propiciando su empoderamiento y autonomía