VOCES DEL DEPARTAMENTO DE COMUNICACIÓN SOCIAL EN HOMENAJE A CRISTIAN ALIAGA

Recuerdo de Cristian Aliaga

por el profesor Juan Carlos Bergonzi

 

Un brillante ex alumno ha partido. La muerte lo sorprende a los sesenta y dos años. Cristian Aliaga nos ha dejado. La tristeza nos invade. La sensación de pérdida es insoportable. Se fue rodeado del amor de su compañera de siempre Sara y de sus tres hijos.

Graduado en Comunicación Social por nuestra Facultad desarrolló con sus saberes una intensa trayectoria en el arte de la cultura y la comunicación. Su mente despejada, sin prejuicios y con fuerte empatía con el prójimo, nos deslumbró con su incansable fluir de realizaciones que comenzaron desde muy joven, incluso de estudiante, en esta ciudad de General Roca.

Si algo llevaba como impronta visible fue la poesía. Como dijo el poeta Horacio él fue, también,  un “mensajero de los dioses”. De manera paralela, escribía sobre ese espacio misterioso e indescifrable que es la Patagonia. Libros, revistas, fomentaba encuentros y charlas; eran parte de su marcha habitual.

Desde las montañas de la cordillera andina hasta el mar austral su palabra llegó y dejó la marca de algo distinto que deja un legado excepcional. Fue periodista y entre sus logros reformuló un diario chubutense con el vigor que permite la confluencia de conocimientos y la mirada de una nueva forma de hacer periodismo.

Profesor regular en la Universidad de la Patagonia protagonizó en los ochenta el crecimiento de la novel carrera de comunicación. Dictó clases en nuestra Fadecs y en Europa y América. Reconocido en España donde fue querido y gratificado con el afecto que provocaba su presencia y conocimientos.

Queda mucho por decir de este amigo que nos dejó tempranamente. La bruma de la angustia no nos facilita dejar testimonio cabal de nuestra inquebrantable amistad con Cristian. Sentimos un dolor profundo.

El periodista, poeta, escritor, editor y amigo ha muerto. Es irreversible. Lo tendremos en nuestros corazones para siempre y en nuestra memoria ese espíritu del tiempo compartido. Abrazo infinito.

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