El Banco Neuquino de Alimentos, una iniciativa a la que adhirió la Universidad Nacional del Comahue en forma conjunta con la Cooperativa CALF, la Fundación de Estudios Patagónicos y Fundesur, refuerza su actividad para hacer frente al impacto que provoca el aislamiento social preventivo y obligatorio para todos los habitantes del país, dispuesto por el Gobierno Nacional, en el marco de la emergencia sanitaria COVID-19.
“La intención es sostener la cobertura de manera directa a través de la alianza de la UNCo con el Banco de Alimentos y las organizaciones que nos acompañan. Con ese objetivo, nos hemos propuesto como una de las actividades centrales, mantener la visibilidad de la campaña para aumentar la recepción de donaciones corporativas”, dijo el Secretario de Extensión de la UNCo Gustavo Ferreyra.
De manera oficial se informó que la actual dotación de módulos alimentarios y de higiene permitirá llegar a unas sesenta mil personas, hasta la primera semana de junio. Una renovación de stock exitosa permitiría elevar hasta unas cien mil personas el alcance de la cobertura proyectada hasta fin del invierno.
Ante el incremento de la demanda, en el marco del aislamiento, se procura dar respuesta efectiva a los sectores más vulnerables que residen en las ciudades del Alto Valle de Río Negro y Neuquén. En este sentido, la tarea de difusión del programa y sus actividades está directamente vinculada con lograr que el plan de abastecimiento alcance los niveles propuestos.