El catedrático Dr. Luís Rodríguez Ennes visitó esta semana la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional del Comahue tal como lo hace desde el 2005, año en que participó del Congreso Patagónico de Derecho Romano y en que fue nombrado Miembro de Honor de la Asociación de Derecho Romano de la República Argentina (ADRA). De los dos Doctorado Honoris Causa que le han otorgado en nuestro país al profesor de la Universidad de Vigo (España), el primero le corresponde a la UNCo en 2016, «un reconocimiento del que se siente especialmente orgulloso y la prueba es que durante su estancia esta semana exhibió la medalla en el pecho».
El Dr. Rodríguez Ennes brindó el lunes 28 de octubre su habitual conferencia, en este caso referida a la importancia de la enseñanza del Derecho Romano en las universidades, a la que asistieron estudiantes y público en general. Además, se reunió con el equipo de investigación de la cátedra de quienes recogió consultas y a los que asesoró en distintos temas.
El decano de la FADECS Lic. Andrés Ponce de León recibió en su despacho al reconocido jurista que desde hace quince años mantiene vigente su vocación por compartir el conocimiento con varias promociones de abogados. Ante el interrogante de por qué un alumno de primer año que estudia derecho debe estudiar Derecho Romano, nos responde que “en todas las universidades hay asignaturas que son llaves y en España el Derecho Romano es llave de todos los derechos civiles. Si un estudiante no aprueba el Derecho Romano es como un médico que no sabe anatomía y no sabe dónde está el hígado, entonces ¿cómo va a estudiar cirugía?
“No es una arqueología, la palabra derecho la inventaron los romanos y todas las instituciones jurídicas que existen en el mundo proceden del Derecho Romano. Entonces, si uno quiere pensar cómo se resuelve un conflicto de intereses en el ámbito del derecho y no tiene una cimentación donde descansen con bases sólidas las categorías jurídicas, los términos, etc. lo demás no vale para nada”, afirmó.
“Eso de pretender que la universidad en sí sea el reino de la práctica es absurdo, tiene que haber prácticas pero por su puesto tiene que haber mucha más teoría, porque lo que sale de la universidad no es una abogado, de la universidad sale un jurista, una persona que tiene conocimientos jurídicos y, luego, según la vía profesional que elija viene después de la universidad, no dentro de ella”, dijo.
¿Es el Derecho Romano el verdadero derecho común actual? “Si, siempre lo fue, la sociedad romana era una sociedad globalizada, nunca hubo en la historia de la humanidad un mundo tan globalizado como el romano en su época de esplendor del imperio. Había un solo derecho, una sola administración, una red de vías extraordinaria, un solo ejército, una sola moneda, un solo idioma, eso no se ha conseguido en estos días”, dijo.
“El derecho es el producto espontáneo de la vida de un pueblo decía un famoso profesor alemán que se llamaba Federico de Savigny. Un viejo aforismo latino decía “allí donde hay un hombre hay una sociedad, y allí donde hay una sociedad hay un derecho”, es decir, hay unas reglas de convivencia. Pero, si la sociedad es una sociedad primitiva que no conoce la moneda ni la escritura y que vive de una economía de recolectar y cazar ¿qué derecho va a haber ahí?”, dijo.
“En definitiva, el Derecho Romano es un derecho que sale de un pueblo globalizado desde todos los puntos de vista, con una economía monetaria desarrollada, con su inflación, su tablas de precios, y que trata de responder a las necesidades de una sociedad muy desarrollada. Ese grado de desarrollo que se tuvo en Roma se perdió con el medievo, con la invasiones bárbaras y demás, en la época de las invasiones germánicas la sociedad se ruraliza totalmente, las ciudades desparecen, provocando una regresión cultural y social terrible.
“En muchos lugares no se alcanzó hasta el siglo XX el grado de bienestar existente en el período de los romanos, y el Derecho Romano estaba ahí, latente; los bárbaros llegaron a Roma y se encontraron con que su derecho brutal no valía para una sociedad desarrollada, porque no resolvía los problemas. Entonces, ellos mismos volvieron a aplicar el Derecho Romano. Hasta que en la Edad Media apareció un texto famoso que se llama el “Digesto de Justiniano” que había desaparecido; hubo un renacimiento económico después de la crisis del milenio, y empezaron los juristas a encontrar en ese texto soluciones a todos los problemas de una sociedad desarrollada. Y aparecen allí las primeras universidades del mundo, como la de Bologna que se creó para estudiar el Derecho Romano, en la que las clases se deban en latín, que era la lengua franca.