La celebración de cada 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, tiene para el no docente de la FADECS Gustavo Gerban el sabor del comienzo, porque un 29 de abril de hace 33 años (1987) ingresó a la Universidad Nacional del Comahue.
Lo hizo en la Secretaría de Extensión de nuestra casa de estudios, en la ciudad de Neuquén, como cadete para todo tipo de servicios. Allí permaneció hasta que en 1989 pasó a la Facultad de Ciencias de la Educación, siempre como cadete. En 1992 comenzó a trabajar en el área de Mantenimiento de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, sector del cual está a cargo desde 2008.
En paralelo, en forma repetida fue elegido delegado del gremio APUNC para representar a los trabajadores de la FADECS en Neuquén, así es que desde 2017, una vez más, ostenta el cargo de dirigente sindical No docente. Además, fue electo consejero No docente durante cuatro períodos.
Gustavo recuerda que su «primer trabajo en la FADECS fue acondicionar el Bosque de la Vida, que era apenas un baldío al que se le comenzó a aplicar riego y realizar mantenimiento, hasta dejarlo con el verde que muestra hoy». Durante 3 años cumplió tareas de sereno, en tiempos en los que la limpieza de las aulas y los pasillos estaba a cargo de la universidad, y no tercerizado como en la actualidad.
En sus más de tres décadas de labor vio pasar a los decanos Julio La Sala, Juan Carlos Bergonzi, Sergio Barotto, Juan Manuel Salgado, Omar Jurgeit, Carlos Pescader, y el actual Andrés Ponce de León. Y vio erigirse muchos de los edificios hoy emblemáticos de la FADECS-FADEL, la Biblioteca Ernesto Sábato; las aulas nuevas; las casillas en donde funcionan Publicaciones, la Secretaría de Bienestar, el área de Hábitos Saludables, entre otras dependencias; las residencias universitarias.
Como jefe de Mantenimiento, Gustavo Gerban tiene a su cargo a 10 compañeros de trabajo, quienes realizan la conservación del edificio, del parque, la atención de la central de telefonía y el cuerpo de serenos.
«Con su voz chillona y su carácter áspero y propenso a los gritos, es un gran organizador de asados y un buen compañero… La FADECS no sería lo mismo sin «El Colo». Es ese personaje que nunca pasa desapercibido y que siempre está. Sin lugar a dudas, ya forma parte de la memoria de muchos de los que pasaron y pasan por esta facultad. Y así como la casa de estudios no sería lo mismo sin él, se sospecha que «El Colo» no sería el mismo sin la FADECS», afirman sus compañeros.