En una clima de gran emotividad se presentó anteayer, miércoles 4, el libro «Basta de Silenciar mi pasado. Testimonio de un sobreviviente a la represión del Estado, 1976» de Alberto Varela. El encuentro se enmarca en el programa «Derechos Humanos, Juventud y Memoria», que organizó la Secretaría de Extensión de la FADECS para conmemorar durante todo el mes de abril el 42 aniversario del golpe cívico militar de 1976.
Además del autor, el acto contó con la presencia de la Secretaria de Extensión y Asuntos Estudiantiles Sofía Szechenyi, la coordinadora Ejecutiva del Departamento de Publicaciones Viviana García, las profesoras Cecilia Boggio y Alicia Bosani, la coordinadora del Observatorio de Derechos Humanos de Río Negro Ana Calafat y el referente Hugo Sckrejenko.
Durante la presentación se destacó la importancia de rescatar la memoria, con la publicación de un testimonio que sale a la luz por intermedio de la editorial de una universidad pública. La obra marca un claro posicionamiento en la temática de la desaparición forzada de personas a manos del Estado, y por ende de la defensa de los Derechos Humanos.
El texto fue posible gracias a la intervención de las profesoras Cecilia Boggio y Alicia Bosani; la mirada comprometida y el prólogo de la primera edición por parte del Observatorio de Derechos Humanos; con un cuidado trabajo de edición que llevó dos años en el tratamiento gráfico, las imágenes del interior y de la portada, la elección del título, y la compaginación general.
La obra de Alberto Varela refleja de manera acabada los años de terror que se vivió en nuestro país, y quien lo lea, además de conmoverse, podrá tener dimensión de la necesidad de justicia. «Sólo la democracia puede garantizar el funcionamiento de las instituciones. Al tomar contacto con el testimonio sentí un impulso y me dije hay que publicarlo porque, nunca más», expresó Boggio.
El autor cerró el encuentro con la voz quebrada por la emoción, y dedicó sus palabras a quienes lo alentaron a contar lo que le había pasado. Desde su analista Tamara Lupo, las profesoras Boggio y Bosani, la coordinadora Viviana García, el profesor Pablo Franco (fallecido en 2016), cada uno contribuyó a lograr el objetivo de publicar su testimonio. Así le fue posible internalizar el «yo puedo» durante la escritura, y adentrarse en un viaje en el que se enfrentó con «esas marcas que llevaré de por vida».