Con la asistencia de estudiantes, profesores y vecinos se realizó ayer en la FADECS la charla «La Militarización en la región latinoamericana». En la apertura del encuentro, la Secretaria de Extensión Sofia Szechenyi dijo que «es un orgullo para la comunidad universitaria haber invitado a la hermana Ana Siufi, en el marco del programa Derechos Humanos, Juventud y Memoria. Este mes de «Memoria, verdad y justicia» amerita conocer su experiencia de vida y acceder a un tipo de información de calidad, algo que no siempre es posible».
La religiosa expuso sobre la situación política, económica y social y de militarización en Honduras, en tanto que la profesora Ana Calafat se refirió a la Militarización en el continente, con énfasis en el panorama brasileño. La propuesta apuntó al diálogo franco y directo para «conocer lo que ocurre en otros países y estar alerta para prevenir una eventual secuela en Argentina».
La hermana Ana Siufi de la Pastoral Social Alto Valle y miembro de Hermanas de la Misericordia de las Américas integró una delegación internacional e interconfesional que asistió al proceso electoral en Honduras (las elecciones se realizaron el domingo 26 de noviembre de 2017). El objetivo de la misión que encabezaron veedores de Argentina, Canadá, Colombia, El Salvador, México y Estados Unidos fue constatar las irregularidades que se produjeron y que motivó que la Organización de Estados Americanos recomendara volver a realizar los comicios.
El equipo de trabajo del que participó Siufi permaneció a fines de enero durante una semana en Honduras, plazo en el cual «comprobaron el fraude en que incurrió el gobernante Partido Nacional y, ante la resistencia popular, una represión que ha costado más de 40 vidas». Uno de los objetivos de la permanencia allí fue «evitar la represión y decirle al pueblo que está acompañado y protegido; un mensaje dirigido al actual presidente hondureño Juan Orlando Hernández y, sobre todo, al gobierno de los Estados Unidos al que responsabilizamos de esta criminalidad impune».
La expositora explicó que, en la tarea de escuchar el testimonio de las víctimas, «hay que dedicar un párrafo al sacerdote jesuita Ismael Moreno (el padre «Melo»), quien viene recibiendo amenazas de muerte desde hace años, en tanto que la radio comunitaria de la congregación que dirige ha sufrido numerosos atentados. Estos hechos se deben a su compromiso, que se expresa en los equipos de reflexión orientados a organizar a los sectores populares en torno a la resistencia pacífica».